CONSUL ARGENTINO ERA ESPIA EN CHILE?

En el consulado de Argentina en Punta Arenas se encontraron documentos sobre los movimientos de tropas chilenas cerca de la frontera.
Revelaciones del expediente de la justicia militar sobre caso registrado en Punta ArenasEspionaje: cónsul argentino era un agente
Los agentes chilenos hallaron documentos con los movimientos de tropas chilenas cerca de la frontera con Argentina, con el perfil sicológico de las autoridades civiles y militares de Punta Arenas y el registro de viajes de una aerolínea que iba a las Malvinas.
La Nación
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Jorge Molina S./Andrea Chaparro S.
La Corte Suprema acogió el recurso de casación en el fondo por el caso del espionaje militar al consulado argentino en Punta Arena ocurrido en noviembre de 2003, por el que están condenados 4 militares a la pena de 61 días de presidio y que fueron dados de baja por el escándalo, dictamen confirmado por el tribunal de alzada castrense.
Se trata del comandante Víctor Poza, el mayor Rodrigo Acuña, el suboficial Luis Robles Ricus y el cabo Luis Espinosa. Los tres primeros miembros del Ejército y el último de la Fuerza Aérea. El comandante en jefe de la V División, general Waldo Zauritz, renunció apenas ocurridos los hechos.
Pero más allá del tema procesal, el expediente tramitado por la justicia militar de la XII Región entrega dos detalles, hasta ahora desconocidos, sobre la operación de contraespionaje en la sede diplomática argentina y que revela que el cónsul trasandino, Juan Andrés Basbús, operaba como un agente productor de información en esa zona del país.
PERFILES DE AUTORIDADES
La causa a la que tuvo acceso La Nación en fuentes judiciales revela que los agentes del Destacamento Especial de Inteligencia (DEI) de Punta Arenas encontraron documentos con información sobre los ejercicios de tropas chilenas cerca de la frontera con el país vecino.
Otro detalle es que Basbús mantenía en su caja fuerte documentos con el perfil sicológico de las autoridades civiles y militares de la zona, como también los registros de viajes de una aerolínea que efectuaba traslados a las Malvinas desde la región austral.
Otro de los misterios no revelados es cómo ingresaron al consulado argentino. Sobre este punto la investigación señala que el DEI, a través de un agente de control, mantenía un informante en el consulado apodado Lucio. Este hecho se verificó con el registro de llamadas, aunque Lucio nunca fue identificado.
De la lectura del expediente, que consta de 670 fojas, se infiere que Lucio informó que el 8 de noviembre de 2003 el cónsul Basbús estaría fuera del país. Lo que no era real, ya que ese día llegó a las 9 horas al consulado y encontró a los agentes chilenos, uno de lo cuales -en su huida- dejó abandonada su chaqueta, una cámara de video y su carné de identidad.
En fuentes militares la participación de Lucio es analizada como una trampa para intentar “tapar” las labores de espionaje realizadas por Basbús.
LOS ARGUMENTOS
La defensa de los condenados estimó que la Corte Marcial, que confirmó la sentencia de primera instancia, hizo una interpretación errónea del Código de Justicia Militar y que el ingreso al consulado debe encuadrarse como una “operación especial de contraespionaje”, lo que liberaría de responsabilidad a sus representados.
Para ello, el abogado Ladislao Ureta estimó que los ministros debían considerar el reglamento de inteligencia Nº 1.401 de 1992 publicado en el boletín reservado del Ejército; el reglamento de contrainteligencia que entregan las atenuantes o eximentes de responsabilidad penal, en el delito de incumplimiento de deberes militares.
La vista de los antecedentes por parte de la Suprema deberá tener un trámite previo que es un informe del